“La cerca caída” de Helen Escobedo

En conmemoración de nuestro aniversario número 40

En la FESI contamos con obras artísticas monumentales y sorprendentes producidas por artistas de gran prestigio nacional y mundial, por ejemplo: Sebastián, Rafael Ortiz Gris Meixueiro, Luis Nishizawa, Helen Escobedo y algunos más. Nuestra vida diaria es vertiginosa, a veces, nos pasan desapercibidas y no recordamos las motivaciones de sus autores a quien debemos reconocimiento.

A continuación vamos a dar algunos datos acerca de la obra escultórica “La cerca caída” de Helen Escobedo. ¿Cuál es esa obra y dónde se encuentra? Esta obra es la más visible y la más antigua en la FESI. Se trata de un conjunto de cilindros de concreto que descansan en una alfombra de pasto verde que le proporciona un marco muy atractivo. El estudiantado la conoce muy bien, les encanta estar allí, pero  la nombran “los gises”, “el monumento al conocimiento”, “los cigarros” y otros más. Es un lugar donde podemos contemplar la energía propia de la juventud, ellos y ellas se citan para estudiar, descansar, tomar alimentos, o realizar encuentros amorosos.

Helen Escobedo Fulda,  nació en la ciudad de México el 28 de julio de 1934 y falleció el 16 de septiembre de 2010. Su padre Manuel Gregorio Escobedo Díaz de León, abogado mexicano y su madre Elsie Fulda Steward, inglesa especialista en el estudio del arte.

Helen estudió Filosofía y Letras en la Universidad Motolinía, estuvo dos años estudiando escultura en el Colegio de la Ciudad de México (hoy Universidad de las Américas). En 1954 ganó una beca por tres años en el Royal College of Art de Londres, donde obtuvo una maestría.

Su obra refleja la preocupación por el ser humano y su relación con el entorno, calidad de vida, ecología, uso racional del agua y los derechos humanos. En algunas de sus obras se propuso utilizar materiales de reciclaje naturales, con un concepto efímero. Se vio influida por la búsqueda de la integración del arte y del espacio. Es una de las primeras en preocuparse por la Ecología. Descubrió que es importante que el espectador interactúe con las obras de arte, se identifique y la viva a su modo de tal manera que comprenda el sentimiento que condujo a realizarla. También le interesó la reflexión del papel de la mujer en la sociedad.

En una entrevista para el periódico El Universal en 2006 dijo: “Lo que vengo haciendo es despertar por la mañana y pensar que lo único permanente es el amanecer, y lo que pasa a partir de ahí es que puedo usar mis cinco sentidos al máximo, mirando, escuchando, oliendo, mirando, dejando que entre por mis poros todo lo que en mi entorno es fascinante y aprovecharlo para que cada vez que me inviten a participar en espacios alternativos, en lugares abiertos al sol, a los vientos y a la luna –que son los que más me gustan-, tenga de dónde agarrarme. Diría que estoy en un momento más esencial y siempre vital”. Recordemos a Helen Escobedo y  sigamos disfrutando y cuidando  “La cerca caída”.

Mtra. Rosa María González Ortiz.