Dra.Laura Evelia Torres Velázquez
La paternidad es un aspecto importante en la identidad masculina y en el desarrollo psicológico de hijos e hijas. Una buena relación con el padre en la niñez, genera un mayor compromiso del varón con su prole y su presencia es importante en el desarrollo físico, cognitivo y emocional de sus hijos. Sin embargo la mayoría de las personas crece carente de la figura paterna.
Hay que considerar que el papel del padre está determinado por múltiples factores y no es una simple decisión de involucrarse o no, sino que su participación en las rutinas familiares está inserta en un sistema de influencias. Estos factores actúan de manera interrelacionada en la decisión del nivel de involucramiento paterno. Entre estos factores encontramos los siguientes:
Los padres son sensibles a que factores económicos y laborales, así como políticas sociales, afecten su paternidad.- Su identidad, habilidades, compromiso, sentido de autoeficiencia, así como su situación laboral y económica, afectan su paternar. Así como el sexo, carácter y temperamento del hijo e hija.
- Las actitudes, expectativas y apoyo de la madre afectan el involucramiento activo del padre en la crianza.
- La correlación de la paternidad con las relaciones entre papá y mamá es más alta que la que encontrada con la maternidad. La mujer es madre en cualquier situación, el hombre solo sí tiene una esposa. Si con ella no tiene una buena relación será padre, pero de manera parcial.
La paternidad es un vínculo sociocultural. Los varones están dispuestos a reconocer como hijos o hijas a aquellos procreados en una unión aceptada socialmente; pero, el varón tiene un amplio margen de movilidad para asumir o no esta relación filial. No obstante, la convivencia es el elemento definitorio en el vínculo paterno.
Por lo tanto, es de vital importancia para la crianza y desarrollo de hijos e hijas:
- La promoción de leyes y modelos sociales que incentiven la participación de los padres.
- Favorecer en las familias la idea de que la crianza no solo es cosa de mujeres.
- La implementación de estrategias para construir una paternidad responsable, donde se establezca su compromiso para la formación de sus hijos e hijas, habiten con ellos o no bajo el mismo techo.
Se requiere un nuevo modelo de hombre que coopere, colabore y participe de una vida rica en afectos con las mujeres, lo cual no sólo favorecerá el bienestar de las mujeres, de los hijos e hijas, sino el de los mismos varones.
